
Escrito Por: Kenner Sánchez
La Banda Sonora Los Tarantos se inició en 1971 hasta 1982. El nombre salió de una película, el promotor principal fue Popi Sánchez que consiguió los instrumentos en la Fábrica de Queso Taino en el corazón del poblado de Martí. Un pueblito donde las calles de tierra aún guardan el murmullo de viejas historias y el aire huele a café recién colado, late el pulso del grupo musical, no son estrellas de rock ni han llenado estadios, pero para los habitantes de Martí, su música era el alma misma del lugar.
La banda estaba formada por ocho pilares de la comunidad: Angel Palacios (Liro) guitarra prima, Remedio guitarra acompañante, Andres tocaba el bajo, luego tocó el piano y Ramiro Castañeda el bajo, Guillermo la pandereta , Alfredo Rivero en la batería y como cantantes Rolando Lamigueiro y Reinerio Frómeta, La banda sonaba super bien incluso ganaron festivales compitiendo con la Maravilla de Florida, Iraqueres de la Habana, Los Ballenatos y la agrupación Nueva Ideal de Guáimaro . Destacaron en su repertorio canciones como Amor Por Ti y Amor a Dios tenían un gran repertorio empezaban a las 8 pm y terminaban en la madrugada sin repetir canciones. Además participaron apoyando una compañía en la casa de la cultura de Guáimaro, apoyando solistas y dándole actividades a los pueblos aledaños y preuniversitarios. Luego hubo otros integrantes como Pedro, Oscar Lopez, Nene Tumba y Mera. El sentir del grupo daba un toque moderno y rítmico capaz de arrancar lágrimas o sonrisas, según la pieza.
Se reunían todos los viernes por la tarde y noche y le daban alegría al pueblo, en los carnavales eran sensación Los Tarantos no buscaban la fama, solo querían compartir su pasión. Tocaron en las bodas del pueblo, en los cumpleaños de quince, en las fiestas del pueblo y en cada reunión donde se necesitara un poco de alegría o melancolía. Su música no es perfecta; a veces se salta un acorde, o el cantante llegaba un poco tarde , pero la autenticidad y la emoción que ponían en cada nota superaban cualquier imperfección.
Para Martí Los Tarantos es más que una banda; es el hilo musical que unía generaciones, la banda sonora de sus recuerdos y la promesa de que, mientras había música el espíritu del pueblo seguirá vivo. Y así, entre guitarras, voces y sonrisas, estos músicos demostraban que la grandeza de la música no se mide en discos vendidos, sino en la alegría que es capaz de despertar en los corazones de quienes la escuchan. GRACIAS TARANTO.
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